EL ESPEJISMO DE LAS FALSAS ALTERNATIVAS
En tiempos de polarización extrema, la narrativa dominante nos invita a elegir entre dos polos irreconciliables: derecha o izquierda, conservadores o progresistas. Sin embargo, tras el ruido mediático y la confrontación superficial, late una realidad mucho más incómoda: ambos proyectos políticos terminan operando bajo las mismas directrices dictadas por los organismos internacionales a los que les debemos dinero y por lo tanto obediencia. La derecha, en nombre de la eficiencia y la apertura económica, legitima políticas de endeudamiento, privatizaciones y entrega sistemática de recursos estratégicos. Su retórica suele envolver estas medidas en un discurso de modernización y competitividad global, pero los resultados concretos son el desguace del Estado y el saqueo de bienes comunes. La izquierda, por su parte, lejos de cuestionar de raíz los mecanismos de sometimiento financiero, se presenta como alternativa moral. Sin embargo, termina impulsando políticas sociales y culturales ...