DEMOCRACIA DE LA DESIGUALDAD
POLÍTICOS “DE CARRERA” VS PUEBLO EMPOBRECIDO
DEVENIR DEMOCRÁTICO FRENTE AL SENTIDO COMÚN
Examinar la democracia “representativa” constituye un acción cívica y militante.
38 años del regreso de la democracia a la Argentina, evaluando su funcionamiento en modo liberal, preguntando si este tipo de democracia vinculada al modelo de realización capitalista, ha fracasado, o bien no cubre aún las expectativas importantes que sustentan una auténtica democracia.
Si a la democracia se la entiende como un agenciamiento colectivo tanto de enunciados como de fuerzas múltiples: creativas, innovadoras y experiencias de nuevas formas expresivas, surge el interrogante: ¿se realiza en Argentina?.
Esta situación, por supuesto, permite una crítica frente a los discursos dominantes y sus aparatos de resonancia: Medios de Comunicación que crean sentido común a partir de la repetición de consignas e interpretaciones fosilizadas.
En una democracia cuasi digitalizada: ¿Cómo fugar a la influencia expansiva de los medios de comunicación que previamente ha manipulado la opinión pública en favor de los intereses concentrados? Por ejemplo: personas pobres que defienden intereses de personas o sectores poderosos. Esas personas pretenden y creen “expresarse libremente”, pero han sido moldeados – previamente - por la operación productora del poder: sostienen un “sentido común” a partir de su naturalización sólo por repetición y sin examinar.
Explorar el sentido común vitaliza la democracia, y muestra fisuras por donde pueden estallar líneas de fuga hacia sistemas de participación más directo para decidir, ejemplos: Suiza, Uruguay, etc.
Devenir democrático, es permitir el advenimiento de nuevas experimentaciones sin certezas previas. Es experimentar hasta las profundidades para demostrar que la democracia liberal fabrica en todos los sentidos miseria humana (Deleuze, 1995, p. 271).
La genuina democracia entendida como un elemento externo al abarcador sistema capitalista, sin embargo hasta ahora sólo ha sido axiomatizada bajo la forma representativa liberal. Más allá de los modos concretos que ha tomado la democracia en cada Estado-Nación, explica Deleuze: “un punto en común es excluir al “pueblo” de la participación directa en la toma de decisiones políticas. Esto lleva a que amplios sectores de la población no tienen ni voz, ni voto en disposiciones de economía política, en particular, en la organización de los medios de producción capitalista y distribución de la riqueza. Por tal motivo, el significado liberal de “pueblo” remite a una mayoría cuantitativa, pero en rigor, simplemente es una serie de minorías heterogéneas e inconexas que giran en torno al socius del capital”.
Devenir democrático para enlazar eslabones que enganchen movimientos repelentes al sentido común instituido, creando composiciones numéricas, no jerarquizadas y abiertas, a partir de las singularidades. Movimientos nómades (en el sentido de cambio permanente) afectados por los encuentros ligados a la expresión artística (creación en todos los sentidos) como devenir minoritario.
Provocar procesos de desterritorialización (salir del territorio colonizado ), hacer estallar las grietas de los bloques históricos (instituciones políticas) que conforman las segmentaciones molares (discurso mayoritario) que nutren a los grandes aparatos estatales.
Crear en una nueva tierra y en un nuevo pueblo (nuevos tipos de democracia: directa, participativa, etc).
La creatividad del pensamiento crítico promueve el devenir democrático en la medida que visibiliza la otredad política. Se trata de un conjunto heterogéneo de devenires minoritarios que expresan una multiplicidad de voces –asimétricas, divergentes y plurales-.
Estas voces expresan su clamor democrático.
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